América Latina y el Caribe: las condiciones en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen influyen su salud

Por María Senés (Pasante Pan American Health Organization)

La Región de las Américas ha logrado avances sostenidos en los determinantes de la salud y la mejora de la salud de su población. Los indicadores del desarrollo humano mejoraron, los ingresos laborales aumentaron y hay un progreso notable en la reducción de la pobreza y la desigualdad. Sin embargo, la región de América Latina y el Caribe es la más inequitativa del mundo, con el 29% de la población por debajo del umbral de pobreza y el 40% de la población más pobre que recibe menos de 15% del total de los ingresos (ver Plan Estratégico de la Organización Panamericana de la Salud 2014-2019).

Los determinantes sociales de la salud y equidad

La equidad en salud se refiere a la ausencia de diferencias injustas en el estado de salud, en el acceso a servicios de salud integrales, oportunos y de calidad, en la contribución financiera y en el acceso a entornos saludables. Esta, no puede lograrse si no se abordan los determinantes sociales de la salud en todos los sectores.

Los determinantes sociales de la salud son las condiciones sociales en que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen, que influyen la calidad de la salud de las personas y comunidades. Estas condiciones incluyen, pero no se limitan a: enseñanza, empleo, nivel de ingresos y distribución, vivienda, desarrollo infantil, seguridad alimentaria y nutrición, raza, género y estrés.

Hacia la salud universal en América Latina y el Caribe

El avance hacia el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud (salud universal) son clave para el logro de mejores resultados en salud. Los países de América Latina y el Caribe han implementado políticas y programas encaminados a lograr que todas las personas puedan recibir los servicios que necesitan sin exponerse a dificultades financieras. Sin embargo, las inequidades en materia de salud entre los países y dentro de ellos sigue existiendo.

Durante la sesión “Strengthening health systems toward universal Access to health and universal health coverage in Latin America and the Caribbean”, Gisele Almeida explicó que si bien la Región ha logrado considerables avances en la ampliación de la cobertura de las poblaciones a los planes de salud, existe una brecha en el tipo de cobertura entre los sectores de mayores ingresos, quienes tienen cobertura privada o de a través de un empleador, y los sectores de menores ingresos, que tienen cobertura pública y dependen de los sistemas subsidiados de salud (ver Toward Universal Health Coverage and Equity in Latin America and the Caribbean Evidence from Selected Countries, 2015). Esta disparidad también se evidencia en la calidad de los servicios donde persisten diferencias significativas entre los sectores socioeconómicos.

A su vez, Almeida sostiene que los gradientes socioeconómicos se observan claramente en el estado de salud donde los sectores de bajos ingresos reportan peores resultados en materia de salud que los sectores de mayor ingresos. Sin embargo, estas disparidades se han reducido, en particular en variables como la mortalidad infantil, mortalidad materna, expectativa de vida, infecciones respiratorias agudas, entre otras.

Con respecto al nivel educativo, la evidencia muestra algo similar a lo que se ve con las variables de ingreso. Las personas con mayor nivel educativo tienen un mejor estado de salud y las personas con nivel educativo menor tienen índices de mortalidad más altos. Esto se ve en todos los países sin excepción. En términos de género, Almeida explica que las mujeres utilizan más los servicios de salud que los hombres, esto se evidencia en variables como la diabetes o hipertensión. Por ejemplo, los índices de diabetes son mayores en los hombres pero al no acceder a los servicios de salud no han recibido el diagnóstico.

Coordinación intersectorial para abordar los determinantes sociales de salud

Una de las medidas necesarias para enfrentar las inequidades en salud es abordar los determinantes sociales de la salud, con un enfoque multisectorial, basado en la igualdad de género, etnicidad, la equidad y los derechos humanos.
Para esto, Almeida propone:

  1. Fortalecer la capacidad de liderazgo de las autoridades nacionales para definir políticas de acción intersectorial que mejoren las condiciones en las que las personas nacen, crecen, viven, trabajan y envejecen.
  2. Establecer coordinación entre sectores para enfrentar las inequidades en la distribución de los resultados de salud y acceso a los servicios de salud.
  3. Promover empoderamiento de las comunidades.
  4. Medir, monitorear, evaluar y entender los determinantes sociales de la salud.

Los países de América Latina y el Caribe deben enfrentar el reto de mantener el progreso ya logrado. A pesar de que los indicadores muestran mejoras en la salud de la población, la brecha de desigualdad entre los sectores de altos y bajos ingresos sigue siendo muy amplia. Por ello, la región debe encontrar una manera de seguir creciendo, trabajar en conjunto con otros sectores con miras a influir en los determinantes sociales que están más allá de la responsabilidad directa del sector de la salud.